Una alimentación equilibrada puede contribuir a la salud del suelo pélvico al prevenir la inflamación, fortalecer los músculos y evitar problemas como el estreñimiento, que afecta directamente esta zona.
Alimentos ricos en fibra
Por qué: Previenen el estreñimiento, evitando el esfuerzo excesivo al evacuar, que puede debilitar el suelo pélvico.
Ejemplos: Frutas, verduras, legumbres, semillas (chía, lino), cereales integrales.
Grasas saludables
Por qué: Reducen la inflamación y mantienen la elasticidad de los tejidos.
Ejemplos: Aguacate, aceite de oliva, frutos secos, pescados grasos (salmón, sardinas).
Proteínas de calidad
Por qué: Ayudan a mantener la fuerza muscular del suelo pélvico.
Ejemplos: Huevos, pollo, pescado, tofu, lentejas.
Alimentos ricos en magnesio
Por qué: Relajan la musculatura y previenen espasmos en el suelo pélvico.
Ejemplos: Espinacas, almendras, plátanos, semillas de calabaza.
Hidratación adecuada
Por qué: Un buen consumo de agua mantiene los tejidos sanos y evita el estreñimiento.
Consejo: Beber al menos 2 litros de agua al día.
Alimentos a evitar
Ultra procesados y azúcares refinados (pueden generar inflamación).
Exceso de cafeína y alcohol (pueden irritar la vejiga).
Alimentos muy salados (favorecen la retención de líquidos y afectan la función muscular).
Una alimentación balanceada, combinada con ejercicio y una buena hidratación, favorece la salud del suelo pélvico y previene disfunciones.